Deporte y amor
Son muchos los factores que contribuyen al éxito de un deportista, entre ellos la destreza física y un buen entrenamiento. Sin embargo, la razón principal por la que los jugadores triunfan en el deporte es que tienen amor por el juego.
El amor se coge primero
Los niños desarrollan el amor por el deporte muy pronto, y de muchas maneras. El amor por el juego se capta cuando un niño
Aprende las habilidades más básicas de un deporte
Está en el campo con sus amigos
Empieza a sentirse cómodo con su cuerpo y puede ver cómo el trabajo duro da sus frutos con el aumento de la destreza.
Organizar el deporte juvenil: ¿Sacando la diversión?
Jugar es algo natural para los niños. El fútbol es un gran ejemplo de un juego sencillo que los niños pueden entender a una edad temprana y disfrutar a medida que crecen en sus cuerpos y aumentan su nivel de habilidad. La realidad de la vida moderna en Estados Unidos, en la que no se puede dejar a los niños en los patios y parques sin supervisión, y en la que los padres tienen poco tiempo libre, significa que los niños aprenden a practicar deportes en equipos organizados, en ligas organizadas, con horarios establecidos para los partidos y los entrenamientos, todo lo cual tiende a quitarle la diversión al deporte. La razón número uno que dan los niños para abandonar el deporte -la mayoría a los 12 o 13 años- es que ya no es divertido.
Los adultos son responsables
Sin embargo, es posible cambiar el entorno del deporte organizado para que fomente el amor por el juego en lugar de ahogarlo. Todos los grupos de adultos son culpables de alguna parte de este proceso negativo.
Los padres son conocidos por presionar a sus hijos para que rindan más. Los padres a menudo tratan de vivir a través de sus hijos y que se diviertan no es suficiente. Ganar es una obligación a toda costa. Es bien sabido que los padres han sido una influencia negativa en las bandas de los partidos de fútbol. Cuando los jóvenes jugadores se sienten avergonzados por el comportamiento de sus padres, pierden rápidamente el amor por el juego.
Los entrenadores tienen un profundo papel en el desarrollo del amor por el juego. Los entrenadores son responsables de enseñar la parte técnica y táctica del juego. Pero si el entrenador no crea también un entorno emocional positivo, el amor al juego se perderá.
Los árbitros están en el campo para hacer cumplir las reglas y crear un ambiente positivo para el juego del fútbol. El árbitro tiene un poder significativo, ya que la mayoría de las decisiones son decisiones de juicio. Los árbitros tienen el poder de alterar significativamente el tono del juego mediante el uso de tarjetas. Una tarjeta puede ser utilizada para ayudar a controlar la atmósfera del juego o puede empeorar una mala situación. El tono de voz del árbitro determinará significativamente la actitud que los jugadores lleven al campo. Cuando el árbitro es capaz de controlar el juego, éste es divertido, y los jugadores pueden disfrutar y amar el juego aunque su equipo pierda.
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